viernes, 15 de abril de 2011

Tomé de aquella droga un cuarto





Tomé de aquella droga un cuarto, la dosis normal parece ser. Hora rara para tomar drogas, día de diario, 12 de la mañana. Al principio no noté nada, lo que noté a los 10 minutos es lo que ahora relato:

Que mi vida tenía sentido, que había algo más allá de la lucha entre uno mismo y una vida que saciar.

Que lejos de ver todo distorsionado, mi entorno se hacía mucho más apacible y relajado, pero también ganaba en fuerza y vitalidad, y mi sonrisa era permanente, y mi felicidad enorme al estar rodeado de tanta gente.

Que el optimismo entraba nítidamente por mis venas sucias, que el día que tenía por delante podía transformarse en el mejor día que había tenido nunca.

Que nada más tomar ese primer cuarto, sabía que sería adicto de por vida.



Nunca tendré una experiencia igual que esta que relato, y todo porque tomé de aquella droga un cuarto.


Un cuarto de tortilla.



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