Carisma

Es una habilidad, una característica, es seña de indentidad.El carisma no se compra ni se vende, se tiene, o siendo benévolos se gana. Aquella capacidad para captar la atención de la gente, de transmitir a los demás, de ganar amigos y enemigos, de no pasar indiferente por la vida. Aquello que mucha gente quiere tener, otra tanta cree que lo tiene y unos pocos realmente lo demuestran. No presumas de carisma, porque ya presumirán otros por ti.

El protagonista de nuestra historia no es guapo, no tiene buena planta y le queda poco pelo. Muestra una barba desaliñada pero con arreglo, una imagen más que estudiada. El lenguaje corporal es excelente, tiene al milímetro estudiados sus movimientos. Su gran activo es la palabra, ni una frase más, ni por supuesto de menos. Sabe qué decir cómo y en cada momento. Inteligencia al cuadrado al servicio de su gente y de la que representa. Y si hay que bromear, que en su ámbito muy pocos saben hacerlo de forma decente, es de los mejores. Y sí, encima es del Madrid. Si no sabes quién es tendrás tiempo para conocerle, seguro.

La Plage

Sólo corres. No miras atrás
La sangre te salpica

Tú solo corres. Les ves caer
Pero tú solo corres…

Ahora estás en el suelo
Sólo ves lo que te hubiese gustado llegar a ser

Rectificar

Era un 14 de mayo, y una tarde de tormenta me hizo desencantarme conmigo primero, luego contigo y al final con todos. Yo era el primero que me quejaba del conformismo de esta sociedad, pero era el primero que no me manifestaba. Era el primero que me quejaba de ver cómo nos pisaban, cómo nos ninguneaban, pero no hacía nada. Ahora, una semana después formamos parte de una indignación social, una voz unánime y hoy, de una reflexión colectiva.

Rectifico todo lo dicho y os pido perdón por no creer en nosotros.

Porque hoy, por el contrario, alzamos nuestras mano, gritamos en una sola voz. Hoy brilla el Sol y brillan nuestros ojos. No quiero contaros más porque lo estáis viviendo, y no hay mejor crónica que la experiencia que vive uno mismo. 

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Copiloto con carné

Acostumbrado a ver el camino y no a recorrerlo, únicamente retengo el punto de partida y el nuevo destino.
Miento; de algún doble stop me acuerdo, y te aseguro que no es casualidad. 

Miro por el retrovisor  y está lleno de gotas de lluvia, me cuesta reconocer lo que acabo de dejar atrás.  Joder, te juro que a veces, y sólo a veces, me gustaría coger a mí el volante y no volver a dejarme llevar, pero….Bueno, ya sabes el porqué.

Paramos en un área de servicio, te bajas del coche y no veo tu rostro, pero sí tu culo. No me resulta familiar. El coche se mueve y cae lentamente; el freno de mano no está puesto. Caigo.

Hasta ahora, todo va bien.

Una mirada alrededor

Pasan los días, envejeces o maduras, no tengo muy claro cuál de los dos. Y miras a tu alrededor, y siento lástima de una sociedad donde una tarjeta roja o un gol anulado crispa más que los recortes sociales, llegar a cinco millones de parados o ver cómo nos intentan privatizar la sanidad, la educación y el sector audiovisual público. Veo un lugar donde lo diferente es tachado y apodado, donde la imagen vale más que mil conversaciones, donde se nos cuenta sólo la punta del iceberg y se nos entretiene con Rebajas y Días del Corte Inglés. También veo una sociedad que al llegar el fin de semana bebe sin sentido, quizás para ahogar las penas, quizás para olvidar, o quizás para respirar en su vida o conocerse a si mismos. Veo la mañana siguiente, la suciedad del 'botellón', los callejones que sirvieron de aseo público y el incremento de ibuprofenos para frenar ese maldito dolor de cabeza. También veo como se nos desvía la atención, cómo en tiempos de campaña la retórica ha ganado el protagonismo al mensaje, volvemos a importarlos cada dos años y como ya nos hemos encargado de olvidar, nos repiten el mismo mensaje. Se creen nuestros pastores porque nosotros nos comportamos como ovejas. En definitiva, no me gusta lo que veo.

Quizás sea yo que como este día empecé reluciente pero de pronto mi cabeza se llenó de nubarrones y escribí esto en forma de lluvia.

Ian Cobain

¿Sabéis?
nunca hubo ni un bueno, ni un malo, ni un feo…
sólo puntos de vista diferentes..
estados de ánimo diferentes.

Así que no me contéis novelas y hagamos historia

Bin Laden en esta entrada es un simple actor de reparto

La cosa es que ayer me iba a la cama pensando en otras cosas que no tenían nada que ver con guerras santas, y puse la radio. Sintonicé Hablar Por Hablar porque tenía ganas de dormir por dormir, y un hombre con un discurso claro, de Bin Laden comenzó a hablar.

Me hizo reflexionar sobre una cosa importante. Hasta ahora tenía el sentimiento contradictorio de que por un lado me alegro mucho de que ese señor la haya diñado, y por otro no me alegro para nada de los asesinatos y las operaciones militares, que son y fomentan el ojo por ojo, y aunque las hayan convertido en legales, no son de ninguna manera ni éticas ni morales.

El hombre, comentaba de qué manera pueden ser compatibles ambas cosas, y como ese hombre hablaba muy bien decidí serle fiel, quizás porque soy un calzonazos y me enamoro de cualquiera que me hable bajito por las noches en la cama.

La historia parecía que acababa aquí, yo en paz con mi nueva compatibilidad y ese hombre apunto de despedirse del programa. Pero cuando la presentadora le preguntó su edad dijo que tenía 19,  y encadenó a esa respuesta de tono pedante dos perlas más pedantes aún, como que este tipo de noticias no le dejaban dormir por la noche, y que estaba deseando que sus amigos dejaran tanto el Tuenti y se preocuparan por la geopolítica.....

Y ahora pues, me siento engañado por esa voz varonil que resultó ser un tirapistos teenager.....

¿Debo simplemente admirarle?

¿Pensar que es un mórbido pajillero asocial para sentirme bien?

¿Llamar yo y contar todo esto a Hablar Por Hablar?

¿Ponerme a Bin Laden de foto principal?

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