jueves, 17 de marzo de 2011

Prólogo

Es una incógnita cómo funcionará todo esto. Algunos de nosotros se mueven en el blog con una sencillez como respirar, otorgándoles un placer que muchos no conseguirán por mucho que se droguen. Otros no buscamos el placer, sino tal vez conocernos. De algunos, es aún un misterio.
Escribir tiene algo, impropio quizás, y creo que todos deben de probarlo alguna vez. No es necesario que seas un virtuoso, es más, si no tienes el don de la escritura no intentes serlo, es algo que se mejora sí, pero debes de nacer con ello. Pero esto no quiere decir que escribir sólo sea para unos elegidos, escribir puede cualquiera, y a su manera, sólo debes ser tú mismo y ya podrás empezar a notar esa extraña sensación. A veces se convierte en una pequeña obra de arte que encanta a tus seguidores y recibirás una felicitación personal, un comentario, o un 'me gusta'; y otras, resulta tan reconfortante como una conversación contigo mismo sin parecer un loco.

En un blog, como en la vida, puedes esconder sentimientos nombrando a otros; puedes criticar lo que no te atreves a decir a la cara; puedes hacer, borrar, rehacer, y volver a borrar hasta que estés contento con lo que has hecho, o pensar que es una gilipollez lo que estás haciendo y cerrar el navegador; puedes construir historias breves sin justificar la elección de tus personajes. En definitiva, puedes hacer lo que te dé la gana.

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