viernes, 19 de agosto de 2011

Sin sexo ni rock


La vuelta de un viaje siempre deja reflexiones, y el consumo de drogas por la sociedad española (jóvenes y adultos) está tan asentando que nos situamos entre los líderes en el consumo de cannabis y cocaína. Lo tengo asumido, no me impresiona, pero sigo sintiendo una sensación de desprecio cuando veo a alguien metiéndose a mi lado.

                                       

Es triste ver como en un festival de música la droga es tan necesaria como los artistas en sí. Seguramente, la mayoría de ellos no pasaron por el puesto de información sobre drogas que había dentro del festival y soy de los pocos estúpidos que pierde su tiempo en leer información sobre el consumo de las diferentes drogas, su efectos y placeres. Leyendo llego a la conclusión que la mayoría de estas drogas (cocaína, speed, pastillas, éxtasis...) que allí se consumían era para potenciar la euforia, entre otras sensaciones. Se busca algo porque se necesita. Y buscar la euforia de esta manera me hace pensar que su vida es realmente desgraciada, pero no me apiado de ellos porque no los conozco y han elegido un camino en el que no me digno ni a mirar el recorrido. ¿Intolerante? Quizás, pero más intolerantes son ellos con su propias vidas.

Un par de escalones más abajo se encuentra el consumo de alcohol y porros, "socialmente aceptados". Uno es un depresor consumido en grandes cantidades los fines de semana en parques y aledaños, el otro, provoca sensaciones de comicidad, indiferencia y pasividad. Son drogas, sí, pero parece que esas no me hacen sentir tanto desprecio como otras. ¿Hipócrita? Seguramente, pero no puedo mentirme sobre este tema.

Al final queda que tenemos un problema con nuestras vidas y buscamos por métodos externos lo que no somos capaces, o no intentamos, de conseguir simplemente con otras actitudes y predisposiciones. Yo no soy un santo, ni quiero serlo. Pero entre pecado y pecado tengo tiempo para pensar y saber perdonarme o no, además de escribir sobre lo que me rodea. 





Ahora, disfrutaré de una cerveza y seguiré leyendo sobre los riesgos y consecuencias de todas estas drogas. 
Pero no habrá segunda parte, porque nunca fueron buenas.



1 comentario:

  1. Es un problema no de no poder estar a la altura. Son incapaces de mantener una conversación sin ir (casi en fila india)un par de veces al baño, necesitan mantenerse....Son incapaces de salir con los amigos y no meterse... porque no se sienten completos.

    Es la droga que mata una vida... y no me refiero a morir..hablo de matar una vida.

    Me he sentido muy reconocida con este articulo porque en el último esquinazo que di a mi vida, he aprendido y desaprendido cosas sobre las drogas que me han hecho sentirme un poquito más(estando ya en el máximo) segura de mi desprecio hacia ellas.

    sHÖ.

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