Pasaba demasiadas mañanas mirando el mismo paisaje. El humo y la cafeína cubrían al periódico de turno, siempre gratis por supuesto. Mientras apuraba el último sorbo y calo leía las primeras páginas del diario que había empezado, como siempre, desde el final. Se encontraba pensando en su pasado.
Conoció mucha gente entre esas paredes. Guardaba un estilo ligeramente pijo, una cara de lechón atocinada y un estilo de vida bastante regulero. Encendió su móvil reconvertido a mp3 y seleccionó una canción de la lista.
Apurando la canción miró la parrilla de programación.
"¡Anda! ¡Seven!"
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